La mascarada y la cimarrona
Las cimarronas nacen por la necesidad de amenizar los turnos, carreras de cintas, topes, actividades religiosas, ferias y fiestas patronales. Su origen proviene de las desaparecidas Bandas Municipales, donde sus músicos formaban pequeñas bandas que se reunían a interpretar diversos ritmos que no podían tocar dentro de la Banda Municipal. A estos pequeños grupos de músicos improvisados se les denominaba “Cimarronas”.
Suelen acompañar a la mascarada mientras desfilan por las calles durante la festividad. En cada cuadra, las cimarronas tocan música para que las máscaras bailen mientras el público asistente las rodea.
Las cimarronas solían animar las fiestas cívicas o patronales en cada cantón. Estaban conformadas principalmente por instrumentos de viento o percusión, con una forma o estilo de música característico. Se les llama cimarronas ya que algunos animales como los gatos ya que hacen ruido al pasar por los techos, o las manadas de ganado, precisamente por el escándalo que hace la cimarrona a su paso por el pueblo.
Estas primeras cimarronas se popularizaron ya que se trasladaban de un lugar a otro buscando actividades de todo tipo para poderlas amenizar, no de forma comercial, sino por alguna remuneración voluntaria y por la diversión que les generaba.
En los primeros años estaban conformadas por excelentes músicos que tocaban instrumentos de viento y percusión muy variados, siendo algunos de estos artistas compositores, que hacían su propia música. Gracias a la versatilidad de dichos músicos es que podían crear otros ritmos tropicales a su interpretación y componer temas para todo tipo de actividades: entre ellas LA MASCARDA TRADICIONAL COSTARRICENSE.
Interpretando así sus canciones y ritmos originales para entretener al público durante la actividad festiva. Y justamente el 31 de octubre, ya que al ser su día de celebración es cuando se hace un festejo mas grande y de mayor participación por parte de la población costarricense. Es en ese momento donde calles de Costa Rica, en horas de la noche suelen llenarse de espectadores y sobre todo gente que se une a la celebración y por parte de ellos llegan disfrazados de algún personaje o bien llegan con una máscara alusiva algún personaje.
La música de las cimarronas era elaborada por compositores destacados de la cada comunidad, que componían música para distintos eventos. Algunas piezas musicales del folklore costarricense han sido compuestas por cimarronas, como La Diana, que se utiliza en algunas poblaciones para despertar a los habitantes a las seis de la mañana para la celebración del 15 de septiembre, día de la independencia nacional.
Lo más valioso de las cimarronas como legado cultural es la música, tan variada como tradicional, ya que cada banda componía sus propias canciones y las interpretaba a su manera, según los músicos e instrumentos con los que tuviera acceso en ese momento.
Algo interesante de las cimarronas son los nombres con los que titulaban las canciones, con temas de animales, personajes reconocidos de la región, el nombre de dicha zona, palabras o frases populares de Costa Rica.
Un factor relevante es que la música de cimarrona en su mayoría ha sido enseñada de músico a músico y generación a generación, sin alguna partitura simplemente por medio de escucha.
Decía Alejandro Tosatti (1991) que: “Tocan de oído y su música es tradicional en cuanto corresponde a un proceso de transmisión y selección natural. Esta es una agrupación que representa lo mejor de la tradición oral en el campo de la música.”
Hoy día muchas de las cimarronas son conformadas por jóvenes estudiantes o miembros de una misma familia o comunidad, donde hay un dirigente de banda como en las escuelas o colegios y es quien dirige a los jóvenes participantes de la celebración.
Esto ha conllevado que la calidad de las interpretaciones sea de menor nivel que las de hace 100 años. Además, las composiciones de antes marcaron nuevos ritmos y canciones que han perdurado por generaciones, aunque bien es cierto que aquellos músicos mezclaban otros ritmos.
En la actualidad las cimarronas costarricenses suelen tener cierta competencia ya que hay agrupaciones musicales que siguen participando de las actividades patrióticas, y dejan de lado la cultura de Costa Rica, las mascaradas y su música de cimarrona no deberían de dejarse de lado sino más bien incentivar a más jóvenes a que participen de dichas actividades para que esto sea de más generaciones como en años anteriores.
Si bien es cierto y como se mencionaba anteriormente ya no cuentan con la misma calidad de antes. Pero lo más importante es mantener la tradición y sobre todo hacer de esto un ambiente ameno para la población tica.
https://www.youtube.com/watch?v=6BoA18Ur6XE
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